Otoplastia: ¿En qué consiste y por qué es aconsejable realizarla?

La otoplastia, es un proceso quirúrgico el cual es realizado para disminuir el tamaño de las orejas, mejorando la apariencia de estas y además también la del rostro.Es aconsejable que este procedimiento sea realizado cuando se tienen cinco años de edad, ya que para este momento los seres humanos tenemos formado casi el 90% del tamaño de las orejas. La otoplastia no cuenta con muchos riesgos de realización, y puede ejecutarse también en adultos.

Esta técnica permite corregir la forma de las orejas, adaptándolas así para que tengan armonía con el resto de la cara, mejorando así la apariencia física del niño o adulto.

La otoplastia o cirugía de orejas, puede realizarse mediante sedación, la cual consiste en dormir completamente al paciente mientras se realiza la operación, o también se puede hacer mediante anestesia local, la cual permite ‘dormir’ únicamente la zona en la cual se realizará el procedimiento.

Cuando la zona ya está anestesiada, el médico realiza una incisión detrás de la oreja para trabajar con el cartílago y darle la forma deseada. Finalmente, si el cirujano lo requiere, la oreja será reposicionada más cerca de la cabeza y procederá a cerrar la incisión con suturas re absorbibles. Además, la cicatriz de este procedimiento es muy poco o nada notoria, ya que la incisión se realiza de forma estratégica, permitiendo tener excelentes resultados.  

Mediante este proceso, se retira el exceso de piel y cartílago, aunque en ocasiones es necesario que se extirpe una parte para así lograr obtener un mejor resultado. Los resultados de la operación son casi que inmediatos, pero la evidencia completa de la mejora que causa el procedimiento, solo se harán evidentes al cabo de seis meses.

Para empezar, la otoplastia consiste en un procedimiento seguro que no trae riesgos para el paciente, además puede corregir una amplia variedad de imperfecciones, lo cual hará que el rostro se vea mucho mejor después del procedimiento.

La brevedad en cuanto al tiempo de recuperación, también es otro gran beneficio, ya que en apenas una semana podrás retomar tus actividades normal y disfrutarás de los resultados, los cuales se destacan por ser definitivos, naturales y por dejar una cicatriz mínima que será imperceptible.

La otoplastia es ambulatoria, así que el mismo día en que se realiza el procedimiento, podrás ir a tu casa; al tercer día el cirujano retirará los vendajes, reemplazándolos por otros que tendrás que utilizar a la hora de dormir, esto con el fin de que la oreja no se doble y se evite el rose con la almohada. Al sexto día, tendrás que volver al hospital o clínica para que las suturas sean retiradas y puedas retomar tus actividades normales, aunque es demasiado importante que no  realices ejercicio ni actividades de contacto al menos por uno o dos meses.

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